Isabel Preysler se convirtió en una de las celebridades más famosas de España en la década de los 80, y muchas marcas comenzaron a fijarse en ella para promocionar sus productos. Su trabajo en conjunto a las empresas más reconocidas le ha aportado mucho glamour y elegancia a su presencia, lo que ayudó a expandir su fama.
Una de las primeras empresas en contratarla fue Porcelanosa, firma para la que rodó su primer anuncio en 1986. Pero el trabajo de Preysler con Porcelanosa no solo aumentó su fama, sino también su patrimonio. Según su declaración de Hacienda de ese mismo año, se embolsó 40 millones de pesetas por su trabajo con la empresa. Desde entonces, muchas otras marcas se fijaron en ella para promocionar sus productos.
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A pesar de su éxito empresarial, no todas las aventuras empresariales de Preysler fueron rentables. En particular, su línea de cosmética, que lanzó a principios de 2015, no ha logrado ser rentable hasta ahora. Sin embargo, su imagen sigue siendo muy valiosa para muchas marcas que buscan promocionar sus productos en el mercado español.
A lo largo de las últimas décadas, Isabel Preysler ha sido una de las celebridades más valiosas para las empresas nacionales y su trabajo con Porcelanosa en la década de los 80 le aportó mucho glamour y aumentó su patrimonio. A pesar de algunos fracasos empresariales, la imagen de la madre de Tamara Falcó sigue siendo muy valiosa para muchas marcas en la actualidad.