Cuando todo parecía estar listo para la boda de Tamara Falcó e Iñigo Onieva, comenzaron a surgir numerosos inconvenientes que han dejado a la hija de Isabel Preysler en una situación bastante complicada. La marquesa se ha quedado sin las diseñadoras que estaban confeccionando su vestido de novia. Sophie et Voilà, la marca encargada del diseño de su atuendo de nupcias, decidió terminar el contrato con Falcó argumentando que sus políticas empresariales no le permitían diseñar un vestido que plagiaba al de una reconocida marca. Al parecer, la novia del empresario había pedido algunos detalles similares a los de un Chanel, y las diseñadoras se negaron a seguir con la confección; eso sí, antes aclararon que intentaron por todos los medios arribar a un acuerdo, pero no se pudo.
Si bien, hasta el momento, Tamara Falcó no se había pronunciado al respecto, finalmente la futura esposa de Onieva decidió hablar sobre esta tertulia. La marquesa aprovechó su paso por 'El Hormiguero' para hablar con Pablo Motos sobre lo que había sucedido. El presentador ha bromeado con que todo esté asunto se trata de una "alarma nacional" porque la colaboradora, a menos de dos meses de la celebración, no tiene vestido. Ante tanto interés desatado, Falcó ha querido contar toda la verdad sobre lo ocurrido.
En principio, ha contado que decidió confiar en Sofía Arribas y Saioa Goitia, dueñas de la firma Sophie et Voilà a quienes ella le tenía mucha confianza y, sobre todo, porque quería apostar a diseñadores locales. "Yo tenía en mente un vestido que había visto desde hacía un montón", ha recordado. Y les propuso que se inspirarán en él para hacer el diseño. Sin embargo, aseguró que cuando llegó a la segunda prueba, el vestido era completamente diferente a lo que ella había pedido.
Además, asegura que a esa cita acudió su madre, Isabel Preysler, quien se dejó ver muy disconforme con los cambios. "Fue todo superincómodo", ha reconocido la marquesa. También asegura que ese día había invitado a más personas, y que todas se mantuvieron en silencio, evidenciando su opinión. A partir de ahí, Tamara Falcó asegura que empezó a consultar a sus abogados porque, a pesar del trato que tenía con la firma para ser su imagen, ella no quería lucir un vestido de novia que no le gustaba. "Fue todo muy desagradable", sentenció la novia de Onieva.